El mayor atractivo de Kagoshima es su clima benigno y la magnífica naturaleza formada por el mar, la isla y el volcán.
Merece la pena realizar una visita al volcán activo Sakurajima.
El santuario sintoísta Ryugu con su arquitectura de rojo vivo, ubicado en el punto extremo sur de la península de Satsuma, es visitado por mucha gente que lo adora como “Dios Cupido”, ya que consigue afianzar el vínculo entre las parejas.
Igualmente hay que destacar la isla de Yakushima, donde se conserva el Jomon Sugi, un árbol milenario de la especie Cryptomeria, el cual, según dicen, tiene 7.200 años de vida; la isla de Tanegashima, donde está el Centro Espacial de Tanegashima, y otras muchas islas interesantes.
De la gastronomía, cabe destacar los mariscos frescos del mercado de pescados de Kagoshima, la carne de cerdo negro y la vaca negra, conocidísima en todo Japón.
Tiene una cosa exótica: el “baño de arena”. Aquí uno se sumerge en la arena caliente para relajarse. Es casi único en el mundo.